Vamos a ayudar a arreglar el barco que es la casa de Inelia!

En realidad, nunca había “pedido ayuda” en mi vida para algún proyecto personal, y el apoyo que pido usualmente es para alguna necesidad colectiva, como para el “Centro Global de Ascensión ”, o “Ascension101”. Pero en lo relativo a algo personal, nunca hubo una oportunidad en la que solicitara activamente algún apoyo. Cuando supe cuánto dinero costaría reparar algunas partes esenciales del casco de nuestra barco (que es nuestra casa), lo primero que pensé fue: “comenzaré una campaña de apoyo entre mi audiencia, un crowdfunding (proyecto financiado por todos aquellos quienes deseen colaborar, vía internet) o algo así”, y después esta idea fue bloqueada por un: “… ¿Y cómo hace una eso?”. Y luego me topé con un programa que decía: “Pedir ayuda para un proyecto de tu vida personal está mal”.
Cuando observé este programa realmente me sorprendió que estuviese ahí, ya que las personas que siguen mi trabajo y con quienes suelo reunirme son siempre un apoyo extraordinario, y estarían muy felices de ser parte de un influjo de energía y bienestar en mi vida personal y, sin embargo, cada vez que observaba, ese programa aparecía allí. Lo sentía como algo artificial y externo, pero había algo en mi propio campo energético de donde podía sostenerse, pues de no ser así, no me hubiese afectado.

Así es que le pedí a un grupo de amigos a través de WalkWithMeNow, que observara conmigo este programa, y la energía comenzó a liberarse al instante, ¡antes de que lo supiera, estaba lista para empezar! El bloqueo era algo muy simple, consistía en asumir carencias y límites de hacia dónde podría ir el apoyo, y en que los proyectos que beneficiaban a otros eran “más importantes” que mis necesidades básicas.

Y… ¿cómo es que vivo en una barco?

Se me había solicitado -de parte de La Fuente, de Gaia y del colectivo humano- vivir, trabajar y permanecer en California durante muchos años. Pero al comenzar el 2014, se me pidió irme de allí.

De hecho, ¡se me pidió con insistencia que me fuese! Pero…había vivido en California casi diez años y mi vida estaba allí, dos de mis hijos, mi ex-marido y mis amigos más cercanos estaban en ese lugar, así es que postergué la decisión de mudarme. El resultado fue que estuve muy enferma durante meses, incluso hubo en un par de ocasiones que casi no logro salir de ellas con vida.

…Pero me quedé!

En septiembre del 2014, tuve la oportunidad de pasar unas horas con Larry, un viejo amigo, que vivía en el mismísimo extremo del estado de Washington, por lo que no nos reuníamos muy a menudo. Nos habíamos conocido el 2011 en uno de mis eventos públicos. Él solía ser muy activo en muchos de estos eventos, ayudando siendo voluntario e incluso organizando algunos de ellos. Además habíamos sido colaboradores en un par de proyectos y acostumbrábamos a salir con amigos. Él era como un hermano para mí, o alguien de la familia… totalmente invisible como hombre o como una posible pareja. De hecho, este sólo pensamiento parecía tan ridículo que, cuando alguien finalmente lo puso en palabras y me lo dijo, después de una fiesta de cumpleaños de un amigo en común (pues pensaba que en secreto éramos amantes), pensé que eso sonaba graciosísimo, y además imposible.

Usualmente, cuando él se iba de California, también desaparecía de mi campo de atención. Cuando no estaba, realmente no estaba, y no reaparecería en mi atención hasta que me enviaba un mensaje de texto o a través de Facebook. Pero esta vez, no sólo su visita era diferente, (me di cuenta de dos cosas: que era un hombre y, que además era extremadamente guapo) sino que después de irse enviaba un flujo constante de mensajes de texto, lo que significaba que no desaparecería de mi campo de conciencia.

El segundo día después de su partida, observé todos los mensajes en mi teléfono y me di cuenta de que nuestra conversación no había terminado, y que se necesitaba que continuara y concluyera… mientras todo esto sucedía me hallaba escribiendo “Entrevista con una asesina psíquica”.

Resumiendo en pocas palabras, algunos incendios bastante graves engullían las áreas alrededor de Sacramento, donde yo vivía. Mi asma comenzó a notarse, y ya no podía seguir postergando más mi salida de California. Empaqueté mis cosas, cojí mi coche y subí a mi perro y seguí rumbo por el noroeste, hacia la costa. Él me sugirió que fuera donde él vivía, ya que allí el aire es puro, más fresco y está al lado del océano.

Ahora es febrero de 2015 y nos hemos mudado a vivir juntos…en una barco. Otra increíble sorpresa es que vivir en una barco en el mar era uno de mis sueños más preciados, uno al que en realidad ya había renunciado. Cuando buscamos una casa para alquilar, cualquier casa, aparecían algunas realmente alocadas, así es que nos dimos cuenta de que no estábamos buscando un lugar apropiado. Entonces, un día su madre me dijo: “¿Y por qué no vivir en una barco?” Y pensé… “Guau, ese es uno de mis sueños”. Así es que le pregunté a él si quería vivir en uno y… ¡adivina qué! también era el sueño de su vida… ¡no me extraña!

Encontramos una barco increíble, un yate pesquero de arrastre hecho de madera en 1961, diseñado por William Garden. Debido a la gran cantidad de reparaciones que necesitaba, su precio era lo suficientemente bajo como para que no tuviésemos que endeudarnos para comprarlo. Algunas tablas del casco y de las cuadernas están podridas por los hongos, y la “casa” necesita unos cuantos arreglos también.

Cuando publicamos nuestra situación en WalkWithMeNow, de inmediato alguien se ofreció a ayudarnos con las reparaciones del interior, así es que eso disminuye nuestros gastos totales en varios miles de dólares (gracias Hopi!!).

Esta campaña es para reparar el casco, lo que sólo pueden hacer armadores de buques (es caro), y de esta manera nuestro nuevo hogar ​será seguro pa​ra estar en el ​agua.

Si quieres ayudarnos, aquí está el enlace para nuestra recaudación de fondos: http://www.gofundme.com/ineliasboat

Gracias por ​tu apoyo !!